SI, PERO NO; NO, PERO SÍ
El evangelio de este domingo necesita un
poco de contexto. Si bien hoy la parábola nos presenta nuevamente una viña, al
igual que la semana pasada; nada tiene que ver el contexto en el que se da la parábola
de este día.
En la cronología del primer evangelio
nos encontramos dentro de la Semana Santa. Jesús ha llegado a la Ciudad Santa. Ha
realizado esa entrada triunfal, ha expulsado a los comerciantes del templo, ha
hecho algunas curaciones milagrosas en el templo y se ha enfrascado en una discusión
con los sacerdotes y los ancianos sobre Juan Bautista. Es después de esta discusión
que tiene lugar esta parábola y ahora podemos entender el final del evangelio
de este domingo.
Al inicio del evangelio Jesús pregunta la
opinión a aquellos sacerdotes y ancianos. Así como ellos le habían hecho
una pregunta con cierta trampa, Jesús también realiza esa pregunta con cierta jiribilla.
Dentro del decálogo el cuarto mandamiento, el primero que se dirige a la relación
con las demás personas, está destinado a la honra de los padres. El primer hijo,
a nivel social, cumple su obligación, pero a nivel personal falla; mientras que
el segundo ofende a su padre al desobedecerlo y socialmente tiene esta actitud
repudiable, pero al final se arrepiente y cumple. A nivel social el primero
esta bien y el segundo no. Pero Jesús va mas allá del compromiso social, Jesús pasa
al compromiso personal y les hace una segunda pregunta. “¿Cuál de los dos
hizo la voluntad del padre?”
Este domingo se nos invita a revisar nuestro
obrar con total honestidad, no a la luz de las presiones sociales y de los ojos
del mundo, sino a la luz de las convicciones personales.
El profeta Ezequiel escribe duras
palabras al pueblo desterrado en Babilonia que se sentía tratado injustamente y
sentía que aquello por lo que estaban pasando no era para nada justo. “¿Conque
es injusto mi proceder? ¿No es más bien el proceder de ustedes el injusto?”. Siempre
será una gran tentación el echarle la pelotita de mi responsabilidad a alguien
más, sea a Dios o a alguna persona. Pero que no se nos olvide que somos
nosotros los que decimos si o no; o sí, pero no, o no, pero sí.
Delante de Dios podemos sostener nuestra
respuesta o cambiarla, sea para bien o para mal. Existe una frase que dice “no
hay santo sin pasado, ni pecador sin futuro”. Esto nos debe de llevar a pensar
que no están los dados echados, aun podemos cambiar de parecer, podemos
arrepentirnos e ir a la Viña del Padre, tal como nos invita el profeta Ezequiel
en la primera lectura… “Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo
y practica la rectitud y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y
se aparta de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá” (Ez 18, 28).
LECTURAS DEL DOMINGO XXVI
DEL TIEMPO ORDINARIO
(Ciclo A)
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Ezequiel: 18, 25-28
Esto dice el Señor: "Si ustedes
dicen: 'No es justo el proceder del Señor', escucha, casa de Israel: ¿Conque es
injusto mi proceder? ¿No es más bien el proceder de ustedes el injusto? Cuando
el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere; muere por la
maldad que cometió. Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo y practica
la rectitud y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se aparta de
los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá".
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 24, 4bc-5. 6-7. 8-9.
R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos
con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti
nuestra esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu
amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso
indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y
descubre a los pobres sus caminos. R/.
SEGUNDA LECTURA
De la carta del apóstol san Pablo a
los filipenses: 2, 1-11
Hermanos: Si alguna fuerza tiene una
advertencia en nombre de Cristo, si de algo sirve una exhortación nacida del
amor, si nos une el mismo Espíritu y si ustedes me profesan un afecto
entrañable, llénenme de alegría teniendo todos una misma manera de pensar, un
mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola alma.
Nada hagan por espíritu de rivalidad ni
presunción; antes bien, por humildad, cada uno considere a los demás como
superiores a sí mismo y no busque su propio interés, sino el del prójimo.
Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.
Cristo, siendo Dios, no consideró que
debía aferrarse a las prerrogativas de su condición divina, sino que, por el
contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de siervo, y se hizo
semejante a los hombres. Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por
obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las
cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que, al nombre de
Jesús, todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos. y
todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios
Padre.
EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 28-32
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos
sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué opinan de esto? Un hombre
que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: 'Hijo, ve a trabajar hoy
en la viña'. Él le contestó: 'Ya voy, señor', pero no fue. El padre se dirigió
al segundo y le dijo lo mismo. Éste le respondió: 'No quiero ir', pero se
arrepintió y fue.
¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?". Ellos le respondieron: "El segundo". Entonces Jesús les dijo: "Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él".
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